Y casi sin quererlo había llegado el día… El “II Encuntro de Westies Demerino & Friends” había entrado remolón, justo un año después del que prometió no ser el primero. Cinco. Cinco homenajes, para no olvidar jamás de dónde venimos, recibían a todos los invitados.
Ni muchos, ni pocos: los que pudieron venir. No llegamos a mi meta personal: 50 westies, que seguro que para siguientes ocasiones podremos conseguir.
Tuvimos la gran suerte de contar todo el fin de semana con la presencia e inestimable ayuda de Ruth, Susana, Álvaro, Araiz, Deiné, Chus y Patricia. Gracias a vosotros se nos hicieron más livianas las horas anteriores y la recogida. Aunque también echamos de menos a muchos, mención especial para Asia y Tiza (Cruz y Andrés), que antes nunca se habían perdido un evento en el que participábamos.
El día comenzó tarde, después de una semana intensa de preparativos y una mañana acelerada. Según llegaban, algunos westies aún reconocían el terreno aquél en el que un día nacieron y se lo presentaban a sus compañeros. Primeras presentaciones y comienza el paseo: la manera más tranquila de que los West Highland White Terrier se vayan conociendo y relajando.
A la vuelta, Mónica Saavedra de Magic Pets cautivó los oídos de los asistentes: la educación a cualquier edad de nuestros westies, debe estar basada en el cariño, el respeto y comprensión. Detectar los síntomas de estrés puede ayudarnos a comprenderles mejor; conocer su lenguaje es parte de la clave en la convivencia… Tantos y tantos consejos que captaron la atención de los asistentes. En mayor o menor medida todos nos íbamos identificando con sus palabras. Infinita paciencia de la adiestradora de personas, Mónica, que supo atender las particularidades de cada uno durante la barbacoa y el resto del día.
Dado que la charla se alargó irremediablemente por el interés suscitado, no hubo tiempo de hacer todos los juegos, si bien entre Mónica y Alba dinamizaron un par de pruebas de agility para que los asistentes experimentasen esta modalidad de juego.
La última actividad programada llego por nuestra parte: Alba y Tato intentamos transmitir nuestra experiencia con la piel del westie. Por un lado para concienciar a todos de la necesidad de observación de nuestras mascotas, algunos beneficios del trimming y de la detección precoz de las reacciones cutáneas. Por otro lado para dar esperanza (o más bien una posibilidad más) a aquellos que han tenido alguna vez algún problema con sus westies, y otros tratamientos no han hecho más que alargar el problema.
El día fue estupendo, por los asistentes, por los westies: la familia Demerino y sus amigos nos habíamos reunido.
Para acabar, el cielo se rompió y desprendió en tromba el agua contenida que debiera haber caído durante la jornada. Como si desde el cielo las 5 tirasen en direcciones contrapuestas para tensar las nubes, y cuando Alba y Tato dijeron las últimas palabras del encuentro, abrieron la boca para soltar los cabos que retenían la tormenta. Gracias a vosotras también.
Gracias. Gracias de corazón por compartir vuestro tiempo con nosotros, en nuestra casa, vuestra casa. Siempre deseosos de que podamos contar con vuestra compañía en siguientes eventos, esperamos que hayáis disfrutado al menos la mitad que nosotros. Demerino sin vosotros, ya no tiene sentido…
