Vivir con la intensidad de un cachorro no es tarea fácil. Desde que se levantan, no paran de corretear por toda la casa, investigarlo todo, discutir por sus juguetes, trepar por los sofás, engancharse a nuestros pies mientras andamos y pedirnos mimos sin parar.
Llega la hora de descansar y suele acabar de esta forma…
En el recogedor…
En la cocina…
En su colchoneta
En el sofá…
En el salón…
En la colchoneta de su madre…
¿Quién ha dormido a quién? Esto ocurre habitualmente…
Categoría: Camadas Demerino